Rodolfo y Petrita forman una de tantas parejas de novios humildes que no pueden casarse porque no encuentran un piso en el que crear su hogar. Llevan doce años esperando que se muera Doña Martina, patrona de Rodolfo, una anciana de ochenta y cinco años y de salud delicada, que les ha prometido dejarles su ajuar y el piso que ocupa. Desgraciadamente para la pareja un Procurador les comunica que la ley prescribe que, muerto un inquilino, los derechos sobre el cuarto que ocupan pasa a ser del propietario del inmueble. Buscan otras opciones pero los pisos en Madrid, periferia incluida, están imposibles: los pisos libres están solo en venta o tienen unos alquileres carísimos. Desesperada, Petrita, propone una idea que había empezado como una broma. ¿Por qué no se casa Rodolfo con Doña Martina?
Un texto de Rafael Azcona, interpretado por un Pepe Viyuela, una Teté Delgado y una Asunción Balaguer espectaculares, junto al resto del reparto que por no ser tan conocidos (por lo menos para mí) no quiere decir que se queden atrás. Si a esto le sumamos el juego de los escenarios (hay bastantes cambios), y la música entre escenas el resultado te envuelve en la historia que aunque sea de los años 50 (un ole al guiño que hacen al Madrid de esa época), es un problema (el de la independencia, la búsqueda de piso...) que también lo hay estos días. Y si quieres pasar un rato divertido, deciros que consiguen sacar al público más de una carcajada. ¿Os animáis a ir a verla?
Para ir abriendo bocado... os dejo con este vídeo.