Una película sobre el amor, sobre la soledad, sobre la necesidad de conocer gente, sobre la necesidad de cambiar. En lugar de hablaros de la película, prefiero dejaros con la reflexión que hace Iris, una de las protagonistas, en el comienzo de la película...
He comprobado que casi todo lo que se ha escrito sobre el amor, es cierto. Shakespeare dijo: "los viajes terminan con el encuentro de los enamorados". ¡Ooh! qué idea más extraordinaria. Personalmente nunca he experimentado nada ni remotamente parecido a esto, pero estoy convencida de que Shakespeare, sí. Supongo que pienso en el amor más de lo que debería. Me admira constantemente su abrumador poder de alterar y definir nuestras vidas. También fue Shakespeare quien dijo que el amor es ciego. Pues bien, estoy segura, de que eso es verdad. Para algunas personas, de forma inexplicable, el amor se apaga. Para otras, el amor sencillamente se va. Si bien es cierto, por su puesto, el amor también puede encontrarse, aunque sea sólo por una noche. Sin embargo existe otra clase de amor, el más cruel, aquel que prácticamente mata a sus víctimas, se llama... amor no correspondido, y en ese apartado soy... una experta. La mayoría de historias de amor hablan de perosnas que se enamoran entre sí, pero qué pasa con los demás, ¿quién cuenta nuestra historia?, la de aquellos que nos enamoramos solos. Somos víctimas de una aventura unilateral, somos los malditos de los seres queridos, los seres no queridos, los heridos que se valen por sí mismos, los discapacitados sin plaza de aparcamiento reservado. Sí, estáis viendo a una de estas personas, he amado por voluntad propia a ese hombre durante tres amargos años, sin duda los peores de mi vida, las peores navidades, los peores cumpleaños, nocheviejas que acaban con lágrimas y valium. Estos años en los que he estado enamorada han supuesto los días más nefastos de mi vida, y todo porque he sufrido la maldición de un hombre que no puede ni quiere corresponderme ¡oh dios!, nada más verle se me acelera el corazón, se me pone un nudo en la garganta, no puedo ni tragar... los síntomas más habituales (...)
Pero siempre hay un hueco a la esperanza... Me encanta esta película.