Una historia sobre la amistad, el amor (sobre todo el no correspondido) y la tentación... Pero también sobre el agradecimiento, la búsqueda, la entromisión, los sentimientos... ¿Os apetece leerla?
Una tienda delicatessen, una tía, una sobrina, un ama de llaves, un trasplantado del corazón...
Os voy a dejar con unos extractos...
" Si tratáramos a los demás con la consideración que se tiene con las personas a las que les quedan escasos días de vida, seríamos, como poco, mucho más amables".
"Compartimos el mismo sentimiento todos los trabajadores: esa peculiar sensación de implicación con las personas con las que uno trabaja. No es como la amistad, sino la sensación de estar juntos en algo que aflige a toda la humanidad: el trabajo".
"Cuando amamos, queremos hablar de la persona amada, queremos mostrarla como un trofeo emocional. La encestimos con el poder para hacer a los demás lo que nos ha hecho a nosotros. Una esperanza vana, pues los amantes de los demás nos interesan poco. Pero escuchamos pacientemente, como deben hacer los amigos".
"¿No te parece extraordinaria la forma en que la vida se escribe en la cara? La experiencia y la actitud se reflejan en el físico. Entiendo por qué la fente está curtida, como pasa a veces con los australianos, o que los placeres de la mesa produzcan carnosas papadas, pero ¿qué es lo que hace que una cara espiritual sea tan diferente de una corrupta? Sobre todo en los ojos, ¿cómo pueden ser tan diferentes?"
"No estaba segura de si quería que lo supiera. No siempre queremos que aquellos a los que deseamos sepan que lo hacemos, especialmente si ese deseo es imposible o inadecuado".
"- No veo porqué no va a poder encontrar a alguien. Es una mujer atractiva, amable. Gusta a los hombres. Es verdad. Les encanta hablar con usted. Me he fijado.
- Puede que les guste hablar conmigo, nada más. Me temo que los asusto. No quieren estar con mujeres que piensan mucho. Prefieren ser ellos los que piensen."