La Espalda del Mundo es una película, es un documental, son tres vidas, son muchas vidas resumidas en tres a lo largo de una hora y media, no llega... Se trata de vidas a las que solemos ponernos un velo delante de nuestros ojos para no verlas, para que no nos deje verlas. Pero... sabemos que están ahí
Son 3 historias sobre la violación de los derechos humanos, sobre esas personas olvidadas del mundo: un grupo de niños picapiedreros que trabajan en una cantera de Perú, una diputada kurda presa por hablar en kurdo en el parlamento turco, y un condenado que espera su ejecución en el corredor de la muerte en una penitenciaría de Texas.
Tres historias que no te dejan indiferente, que te hace cuestionar más de una pregunta... ¿dónde está la infancia de esos niños? Es impresionante la valoración que le dan siendo tan pequeños a la educación (algo que en este primer mundo muchos de los alumnos que están sentados en las aulas no saben, o mejor dicho, no quieren valorar), al sueño de poder llegar a tener un trabajo digno (palabras que dice uno de ellos en el documental: "yo de mayor quiero ser contable, que no es más que sumar, restar y hacer cuentas. Eso es ser contable...").
¿Por qué en los tiempos que estamos no podemos decir lo que queremos? Una diputada Kurda, cuyo deseo era que se hermanasen los pueblos turco y kurdo. Su error, decirlo en kurdo. O quizás no sea un error, si no más bien una falta de tolerancia hacia una persona que quería arreglar un trocito de mundo que tenía cerca. El resultado: privar a esta mujer de su libertad, de su ilusión por hacer un mundo mejor...
Esperar a ser ejecutado... tiene que ser la peor experiencia, sobre todo por los sentimientos de angustia, desesperación... ¿Tenemos el poder suficiente para decidir si tenemos que matar o no a alguien? Yo creo que no, la vida es para vivirla, no para ir privando de ella. No quiero ni imaginarme... qué se debe de sentir, en qué se debe pensar.... supongo que en la familia. Porque duro es para la persona que sufre la pena de muerte, pero... ¿y la familia? ¿por qué les llevan a verlo como si fuera un espectáculo? No puedo desear la pena de muerte a nadie..., ni siquiera me lo planteo.
Es un documental duro, que te pone los pelos de punta, que te pone un nudo en la garganta...
Si os animáis a ver este documental... pinchad, en LA ESPALDA DEL MUNDO.
Son 3 historias sobre la violación de los derechos humanos, sobre esas personas olvidadas del mundo: un grupo de niños picapiedreros que trabajan en una cantera de Perú, una diputada kurda presa por hablar en kurdo en el parlamento turco, y un condenado que espera su ejecución en el corredor de la muerte en una penitenciaría de Texas.
Tres historias que no te dejan indiferente, que te hace cuestionar más de una pregunta... ¿dónde está la infancia de esos niños? Es impresionante la valoración que le dan siendo tan pequeños a la educación (algo que en este primer mundo muchos de los alumnos que están sentados en las aulas no saben, o mejor dicho, no quieren valorar), al sueño de poder llegar a tener un trabajo digno (palabras que dice uno de ellos en el documental: "yo de mayor quiero ser contable, que no es más que sumar, restar y hacer cuentas. Eso es ser contable...").
¿Por qué en los tiempos que estamos no podemos decir lo que queremos? Una diputada Kurda, cuyo deseo era que se hermanasen los pueblos turco y kurdo. Su error, decirlo en kurdo. O quizás no sea un error, si no más bien una falta de tolerancia hacia una persona que quería arreglar un trocito de mundo que tenía cerca. El resultado: privar a esta mujer de su libertad, de su ilusión por hacer un mundo mejor...
Esperar a ser ejecutado... tiene que ser la peor experiencia, sobre todo por los sentimientos de angustia, desesperación... ¿Tenemos el poder suficiente para decidir si tenemos que matar o no a alguien? Yo creo que no, la vida es para vivirla, no para ir privando de ella. No quiero ni imaginarme... qué se debe de sentir, en qué se debe pensar.... supongo que en la familia. Porque duro es para la persona que sufre la pena de muerte, pero... ¿y la familia? ¿por qué les llevan a verlo como si fuera un espectáculo? No puedo desear la pena de muerte a nadie..., ni siquiera me lo planteo.
Es un documental duro, que te pone los pelos de punta, que te pone un nudo en la garganta...
Si os animáis a ver este documental... pinchad, en LA ESPALDA DEL MUNDO.
Para abrir boca... una entrevista de su director, Javier Corcuera
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